30 AÑOS DE DEMOCRACIA

REFLEXIONES NECESARIAS

 

 

Se acercan dos  fechas que en los tiempos actuales se consideran “paradigmas”, “hitos históricos”, “gestas gloriosas”, en fin. Nos referimos por un lado al famoso Bicentenario  recordado con “jubilo” desde escuelas hasta universidades, pasando por todas las  agrupaciones sociales llamadas comúnmente “sectores sociales” “colectivos”. “Sobran” motivos para “alegrarnos” de la “emancipación” que años más tarde se tendría  del Imperio Español. Los gritos de independencia propiciarían para la historiografía un paso importante hacia la consecución de la democracia; por otro se conmemora con “democrática” alegría los 30 años de retorno al “mejor sistema de gobierno”.

Pues bien, en tal virtud  quienes hacemos El Otro Ecuador (y el Centro Evoliano de América) no podemos quedarnos estáticos  y callados ante tal hecho y al respecto queremos dar a conocer nuestro punto de vista. Es por ello que hemos creído conveniente abordar el tema relativo a los últimos 30 años de democracia.

Como hombres de la Tradición, estamos guiados por una idea supramaterial, suprahistórica, metapolítica;  nuestra intención no es la de una  simple enunciación de los problemas o fallas que en estos tiempos se han dado en el país, tarea difícil de agotar pues esta época representa corrupción, engaño partidocrático por doquier; o quizá proponer  medidas “alternativas” que fortalezcan y mejoren la “democracia” ecuatoriana. ¡No!  Sería seguirles el juego a los “politólogos” modernos, con su ya conocida receta “la democracia se cura con más democracia”, tamaña estupidez propia de mentes que solo responden a lo más bajo, a lo ínfero. Tampoco queremos inmiscuirnos en actividad politiquera partidista alguna, toda ella espuria y deletérea,  consideramos que en las actuales circunstancias la actividad política en la democracia no merece entrega alguna.

Pretendemos RATIFICAR nuestra Idea, reafirmar los valores de la  Tradición: jerarquía, sentido heroico de la existencia, aristocracia del espíritu. Mostrándonos de la ÚNICA manera posible en este Kali-Yuga, rechazando la democracia, como forma de gobierno y de vida. Nuestra postura es INTRANSIGENTE Y SIN CONCESIONES, sí señores, no podemos hacerle el juego a la democracia, a este mundo subversivo se lo combate con dureza, sin tranzar con nada que responda al mundo de lo material.

Somos conscientes que vivimos en los tiempos más duros de la era del hierro, de civilización moderna, no existe manifestación en el mundo que no haya sido infectada: Política, religión, cultura, así mismo aunque la batalla parezca materialmente perdida, rebrota en nosotros el espíritu legionario. Y pudiendo evadir esta realidad, aislándonos, hemos escogido la otra opción, la del Kshatriya, del guerrero, escogiendo el camino más duro, actuando y por este medio combatir al mundo moderno y su mejor representante la democracia.

Respecto al tema que nos ocupa esbozaremos las características primordiales  de cada período presidencial, ya por demás tedioso, no nos adentraremos en cada etapa pues para nosotros no revisten la mínima importancia, (resulta imposible encontrar gobiernos que respondan a una idea tradicional, en la que el Estado sea aquella unidad política que de sentido al pueblo, que denote un ideal orgánico y trascendente), todos responden a lo mismo, todos demócratas,  todos modernos.

 

El inicio

15 de enero de 1978 El país vivía los últimos meses de gobierno militar en el que se  preparó un referéndum en el que el pueblo debería escoger entre dos constituciones: la una reformada y la otra nueva, así como fue sometido a plebiscito el proyecto de Ley de Elecciones y de Partidos.

Se llamaron a elecciones presidenciales  las mismas que un 29 de abril de 1979 favorecieron al binomio Roldós (Concentración de Fuerzas Populares) Hurtado (Democracia Cristiana hoy U.D.C –Unión Demócrata Cristiana) comenzando una nueva etapa del país, de “felicidad y prosperidad” se decía.

El eslogan utilizado por todos los candidatos hasta la fecha sean estos liberales, socialistas, marxistas, de izquierda o de “derecha”, cual campaña publicitaria propia del marketing de un producto, ha sido el  “Fortalecimiento de la democracia, desarrollo económico, justicia social”.  

Los planes de gobierno que se vendrán  responden al demonismo de la economía, nada más; serán todas promesas de reestructuración económica, mejor distribución de las riquezas del país, mejoras salariales, aumento de puestos de trabajo, etc.

 

1979-1988 

El período que inaugura el “gran” retorno a la democracia se caracteriza por pugnas entre el ejecutivo y legislativo, promesas de cambio en el modelo económico, etc.

La repentina muerte del presidente Jaime Roldós, hace que Oswaldo Hurtado, uno de los fundadores de la democracia cristiana,  asuma la presidencia con su mensaje de “austeridad”, las ofertas se repiten- Transformación social y económica- otra promesa al aire, devaluaciones de la moneda, sucretización de la deuda externa, constituyen el legado dejado por este progresista cristiano, hoy “paladín” de las investigaciones sociales y económicas. Vaya si resulta muy cómodo y bien gratificado criticar las realidades del Ecuador!

Para 1984 ya teníamos otro presidente, un liberal, un negociante, León Febres-Cordero, quien desde aquella época se lo conocería como el dueño del país, lo cual no estaba muy alejado de la realidad, pues era comprobado su injerencia en todos los ámbitos públicos, función  judicial, electoral, intromisión por cierto para mal, pues lo que éste perseguía en última instancia era acrecentar su poder netamente económico. Su contundente frase antes de morir nos da una idea del tipo (moderno por excelencia) de persona que era: “He producido más de lo que he consumido”.

La década de los ochenta representó para el país el surgimiento de grupos subversivos marxistas, Febres-Cordero los liquidó. ¿Qué perseguían esos grupos? ¿Les movía un ideal supramaterial? ¿Pretendían un Revolución de lo alto? No, su discurso era el típico de las izquierdas,- reforma social y económica-, en fin una repetición de los eslóganes de la subversión mundial.

1988-2000

Luego tendremos a un representante de la socialdemocracia como presidente, Rodrigo Borja Cevallos fundador de la Izquierda Democrática; ya de por sí la socialdemocracia resulta chocante para nosotros, pues nació en Europa como una mezcla abigarrada de ideas marxistas y demócratas, que cocktail!!!

Aparece en este período la CONAIE –Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador- y posteriormente una serie de grupos indígenas (y sobre todo indigenistas) como nuevos “actores políticos”, cuyos principales dirigentes han sido adoctrinados en universidades europeas o norteamericanas, nos sorprende el amor por su “llacta”. “Curiosamente” todas estas organizaciones han sido influenciadas por extraños grupos extranjeros. Se produce consecuentemente  el levantamiento indígena en 1990. ¿Qué idea les movía a estos indios? ¿Acaso un retorno a formas imperiales y tradicionales de gobierno? No, querían más recursos, más dinero, al mejor estilo capital-marxista.

Ya en la década de los noventa, los politólogos y los tecnócratas extranjeros y nacionales  recomendaban con firmeza la reducción del Estado, “recomendaciones” que fueron muy bien acogidas por los presidentes de turno, nace el concepto de “modernización del Estado”, el fin era satanizar a lo público y ensalzar lo privado, el mejor representante de esto fue Sixto Durán-Ballén Cordovéz cofundador del Partido Social Cristiano, un empresario de “visión”.

Los principios rectores de este gobierno eran: Reducción del Estado, reducción del gasto público, privatización de los servicios.

En este período tuvimos el último conflicto armado con Perú (inicios de 1995), cuyas causas fueron en  su mayoría materiales, se despertó el “civismo” de los ecuatorianos, además sirviendo esta situación al régimen para distraer un poco de su nefasto (des)gobierno. Escándalos como los fondos reservados, el caso “flores y miel”, la destitución y huida  del vicepresidente Alberto Dahik son apenas una muestra de lo que representó dicho período.

Luego (para 1996) tuvimos a Abdalá Bucaram Ortiz como presidente, quien con su forma de ser, resultaba chocante a la moralina burguesa (imperante en esta “liberada civilización moderna”); quizá esto podría ser algo rescatable, pues en una época de disolución esa moralina debe ser atacada por hipócrita y mojigata .

De ahí en más, el manejo como presidente respondía  a lo mismo de siempre, un gobierno populista, corrupto, en fin un largo etcétera. Terminó siendo derrocado (en febrero de 1997), la partidocracia  y sus representantes estaban allí cual aves de rapiña repartiéndose el manejo del Estado, todos: izquierdistas, liberales, socialistas, comunistas, maoístas, marxistas (a la hora de repartirse el pastel público, parece que nadie quiere quedar afuera, a pesar de sus “elevados ideales”).

2000-y “Revolución Ciudadana”

El panorama subsiguiente nos trae: derrocamientos, paros, feriado bancario, emigraciones en masa, etc.

Candidatos que en su programa prometían un gobierno nacionalista terminaron siendo unos viles traidores y oportunistas como el caso de Lucio Gutiérrez; presidentes sucesores ávidos de poder y desleales a lo que la masa reclamaba es el común denominador de esta última década, comenzando con Fabián Alarcón, Gustavo Noboa,  Alfredo Palacio. Las promesas continúan, claro, ese es el éxito de la democracia, la espera de tiempos mejores siempre en democracia.

El objetivo de El Otro Ecuador fue desde sus inicios el estudio de la política, religión, así como un profundo revisionismo histórico, pues hacía falta poner las cosas en orden frente a historiadores sectarios, “paradigmas” del pensamiento nacional. Evitaríamos de tratar en nuestra página aspectos coyunturales que distraigan nuestros objetivos que van más allá de lo contingente; es por ello que en lo referente al acontecer político actual  no habíamos hecho mención alguna.

Sin embargo dentro del tema que nos ocupa, se hace imprescindible topar al período actual, el de la “Revolución Ciudadana”; por lo que analizaremos, siguiendo el estilo hasta aquí utilizado, los puntos relevantes de la “Revolución”.

Alianza País, nombre del movimiento que gana las elecciones de 2006, está formado por una serie de individuos de la más variada posición política. Desde la más recalcitrante izquierda marxista, liberales, socialdemócratas, pasando por politiqueros  oportunistas que nunca falta en la democracia.

La “Revolución Ciudadana”, basa su proyecto ideológico principalmente en el denominado “Socialismo del siglo XXI”, de autoría del alemán Hans Dieterich, proyecto que responde a tesis marxistas, revisadas y corregidas si se quiere, recogiendo también  ideas nacionalistas, se presenta como la “alternativa” al sistema político imperante.

Acompaña a la “Revolución”  una fuerte dosis de populismo, que si bien reacciona con razón ante los imperialismos (en el sentido de aberraciones economicistas) y manejos oligárquicos, su discurso se queda ahí, en la simple retórica. Han usado como próceres de la historia nacional a Eloy Alfaro (efigie máxima del liberalismo ecuatoriano) como principal figura, cosa bastante llamativa, pues siendo Alianza País un movimiento que se dice ser socialista, exaltan a un personaje que para nada fue socialista, sino un liberal (quizás se hayan dado cuenta que liberalismo-capitalismo y comunismo o socialismo son la misma cosa, en todo caso, distintas etapas de la misma decadencia,  dentro de lo que se conoce como la teoría de la regresión de las castas).

El gobierno de la Revolución Ciudadana se proclama como “revolución democrática, ética, nacionalista”, enarbolan la bandera de la “soberanía del pueblo”.

De ahí en adelante tenemos una repetición de las mismas peroratas de siempre: lucha contra la pobreza y desigualdad, redistribución de la riqueza, fortalecimiento de la democracia, igualitarismo, etc. Hasta se ha llegado a desarrollar tesis sobre distintos tipos de soberanía: alimentaria, del cuerpo, energética.

Defienden los “inmortales” principios de la Revolución Francesa, como también defienden a ultranza la democracia, como no podía ser de otra manera, y lo más grave de todo es que muestran un odio hacia la jerarquía, hacia lo superior. ¿Cuál es el fin último de la Revolución Ciudadana? La respuesta es muy sencilla, el mismo que persiguen los gobiernos de la civilización moderna, LA FELICIDAD VACUNA,  como la llamaba el pensador de la Tradición y hombre de acción italiano Julius Evola, la del rebaño, la felicidad animal: tener el estómago lleno, gozar de los placeres mundanos, su sumak kawsay*. No existe un ideal trascendente.

Critican a los países capitalistas, pero no lo hacen a nivel de los principios que rigen a  éstos, sino lo hacen con una fuerte envidia, deseando  tener ese tipo de vida material y aburguesada.

Somos ANTÍPODAS de la Revolución ciudadana, dejamos a la masa el  sugestionarse por los discursos de Correa, pues ésta siempre seguirá a quien mejor la seduzca. A nosotros no nos engañan. Quienes defiendan los principios de la civilización moderna no pueden ser otra cosa que nuestros enemigos!!!.

 

Ha sido en breves rasgos esta la etapa de democracia vivida en el Ecuador, una constante repetición de ofertas, promesas, todas incumplidas; en donde la sociedad si bien reconoce lo nefasto que han sido los distintos gobiernos, siguen fieles al ideal democrático, lo que para nada debe sorprendernos, pues la masa siempre será así, un ente abstracto, anómalo y enfermo,  incapaz de direccionarse pos sí mismo.

Las sucesivas subversiones que en el mundo se han dado, han originado que el Estado como unidad política trascendente, pase a ser un simple medio de administración cual empresa, en  donde toda discusión política se agota en debates sobre variables macro, micro, índices de producción, rentabilidad, etc.

Vivimos en lo que Julios Evola denominaba el “Quinto Estado”. Si tradicionalmente el primer estado era gobernado por los dioses, el segundo por los reyes, el tercero por los mercaderes; el cuarto por el proletariado, éste estado,  el quinto, es el del paria, el del mero individuo carente de un ideal, de un sentido trascendente de la vida, estado  conformado por seres que no tienen otra finalidad que el placer, el hedonismo, el bienestar.

Cuán equivocados están aquellos que piensan que el verdadero progreso humano lo constituye la mejor distribución de las riquezas, de los bienes, el adelanto económico. Cuán equivocados están aquellos que se aferran a la peor de las subversiones como es la democracia. 

En los tiempos actuales, tiempos de disolución, propios del hombre de la raza fugaz, afirmamos que nuestra Patria es la Idea, nuestro espíritu legionario nos lleva a acelerar este ciclo de decadencia, ya sabemos que una de las vías de la trascendencia espiritual es la de la acción, esta vez encaminada a la destrucción!!!

 

Nota:

* Sumak kawsay: En quechua este vocablo quiere decir literalmente: BUEN VIVIR. Ha sido el slogan oficial, el hilo conductor y el fin último del proyecto constitucional propulsado por la “Revolución ciudadana”, encabezada por el presidente Rafael Correa . En palabras de un personero oficial del gobierno: el “...sumak kawsay... la única alternativa al discurso neoliberal del desarrollo y el crecimiento”. “Se ha propuesto el sumak kawsay (buen vivir o vivir bien) como el nuevo deber ser del Estado plurinacional y la sociedad intercultural”.  

 

Eduardo Romero

Quito, Ecuador.

 

IR AL INICIO